Newton
empezó a desarrollar su cálculo diferencial hacia el 1665, dio
un enfoque geométrico y analítico a las derivadas. Su principal
aplicación era para calcular tangentes, curvaturas y áreas. Para
Newton un fluente
x era
la cantidad de movimiento continuo de un punto que traza una
curva y una fluxión
x
su velocidad. El problema se basa en
hallar la relación
entre las fluxiones (valores) dadas una relación de fluentes. Se trataba
de un conjunto de reglas para poder calcular máximos, mínimos y
tangentes.
Su principal contribución fue el proveer un conjunto de reglas claras para la manipulación de cantidades infinitesimales, permitiendo el cómputo de derivadas de segundo orden y de orden superior, y estableciendo la regla del producto y regla de la cadena en su forma diferencial e integral. A diferencia de Newton, Leibniz le puso mucha atención al formalismo y a menudo le dedicaba varios días a determinar los símbolos apropiados para los conceptos.
La integral
para Newton es una integral definida, es el fluente a determinar para
una fluxión dada. Para Leibniz la integral es, en cambio, una suma
infinita de diferenciales.A pesar de estas diferencias de
concepto luego ambos la calculan de la misma forma, como un proceso
inverso de derivadas. Ambos desarrollan el mismo cálculo desde
puntos de vista distintos y observan como inversos los procesos
de diferenciación e integración. Antes se habían calculado áreas,
volúmes y tangentes, pero eran razonamientos particulares para cada
caso concreto sin que se observara con claridad que el cálculo de
áreas y el de tangentes son inversos uno del otro. El nuevo
cálculo es universal, en el sentido en que se aplica del mismo modo
a todo tipo de funciones.
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